Me miro la uña del dedo gordo del pie y observo que el esmalte rojo que la cubre está desconchando ¿En que momento se cayeron esos trozos de pintura? ¿Y donde estarán? Me podría poner a buscarlos para intentar recomponer lo roto. A lo mejor los trozos están en tu estomago. Hace una semana me mordías los pies mientras hacíamos el amor y yo no podía contener la risa. Es curioso, ahora me miro los pies y solo tengo ganas de llorar.
¡Devuélveme mis trozos de esmalte! le grito a la nada, esa nada que todavía huele a ti.
me ha encantado, corto pero intenso. ;)
ResponderEliminarMe encanta este microcuento, por lo que cuenta, pero sobre todo por lo que no cuenta pero hace entender.
ResponderEliminarÓjala a veces para "recomponer lo roto" solo fuera necesario buscar trozos de pintura, o que se yo, pintarte de nuevo las uñas.
Un abrazo Emilio.