
Ya sé que no está bien pensar que tu padre es un imbécil. Pero lo teníais que haber visto observándome como a una aparición. Intenté todo lo que se hace en estos casos para echar a alguien de un probador; fingí una repentina tos, realicé un profundo suspiro e incluso hice el amago de quitarme la camiseta. Pero ni por esas. Opté entonces por la sinceridad y le invité a marcharse para ponerme mi disfraz de princesa. Él me contesto con la misma cara de imbécil que antes: Antoñito hijo ¿no prefieres un traje de vaquero?
No hay comentarios:
Publicar un comentario